Desde 2008 hasta la fecha actual se han cerrado en España el 50% de las sucursales bancarias y ha desaparecido un 20% de los cajeros.

 Además, hay que añadir que los 6.000 cajeros de operadores independientes se concentran en grandes núcleos urbanos de la vertiente mediterránea, en el sur y en el centro peninsular, y se instalan en zonas de elevado tránsito, como las estaciones de tren, los aeropuertos o los centros comerciales. Pero en las zonas rurales son realmente escasos.

Además, en municipios de menos de 400 habitantes, Aragón tiene más de un 75 % de los mismos de los 740 en esa situación, cada vez existen menos sucursales bancarias.

Esto afecta especialmente a los ciudadanos de más de 60 años con poco uso de nuevas tecnologías son los que más requieren usar la sucursal bancaria o el cajero para obtener dinero en efectivo y pagar sus compras diarias y les genera no sólo indefensión sino verdaderos problemas.

No sólo es ese el problema sino el de la falta de empleo y la pérdida de puestos de trabajo en 2008 había 281.301 personas trabajando en el sector de la banca y en la actualidad 158.300 personas.

Si tenemos en cuenta que en 2019 había 181.575 en el año 2020 se han perdido 22.275 puestos de trabajo.

FACU denuncia, la falta de atención a un sector que tiene tanta importancia y en especial a su abandono a las zonas rurales.