La clase media está siendo afectada de manera desproporcionada por la incesante subida de los precios. Esta situación se ve agravada por su incapacidad para hacer frente a una inflación que no hace más que aumentar. La realidad es que estos precios imparables están empujando a muchas familias hacia la exclusión social, al no poder acceder a bienes y servicios esenciales y mantener su nivel de vida. Los precios ascenderán por encima de los ingresos de los hogares de la clase media, que se ven obligados a reducir gastos en salud, educación y en otros servicios básicos, forzándolos a elegir entre pagar la luz o comprar comida. Esto provoca un efecto derrame en toda la economía, ya que el consumo se reduce, lo cual afecta la producción y con ello el empleo, la inversión y el crecimiento económico. Otra consecuencia directa es la reducción del poder adquisitivo, lo cual provoca una disminución del bienestar de las familias de clase media debido a su menor capacidad para satisfacer necesidades básicas como alimentación, vivienda y educación. Esta situación impide que se mantenga su nivel de vida y se vean empujadas hacia una situación cada vez más precaria. Además, los cambios en los precios afectan el valor relativo de los activos financieros, como las acciones, bonos y depósitos bancarios, lo cual reduce el patrimonio neto de los hogares de clase media. Esto complica el acceso a préstamos para adquirir viviendas o para cubrir gastos médicos o estudiantiles. Así, muchas familias se ven obligadas a endeudarse para cubrir gastos cotidianos o para obtener un título universitario. Es evidente que esta inflación imparable acaba con la clase media al convertirla en excluidos sociales; sin embargo, hay medidas que pueden ser tomadas para paliar esta situación. Un incremento salarial, la reducción del déficit fiscal, castigando el fraude fiscal y el control riguroso sobre los precios son algunas herramientas que se deben emplear y que a pesar de ello , parece que no són útiles para contener este efecto devastador. Sin embargo, si no hay intervención política adecuada y firme podemos terminar totalmente con la clase media y generar una gravísima desigualdad social de magnitudes inimaginables.
Son las familias de clase media y las vulnerables siempre serán las principales víctimas.
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