En la actualidad, la brecha salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad desoladora. Según datos de Eurostat, la mujer cobra un 22 % menos que el hombre en los mismos puestos.

Esta diferencia salarial está muy relacionada con la brecha de género, que a su vez se manifiesta en ámbitos como la educación superior. Por ejemplo, en el ámbito universitario hay un 47 % de profesoras titulares frente a un 25 % de catedráticas, cuando en la realidad seis de cada diez alumnos universitarios son mujeres, lo que supone el 60 % el alumnado total y, sin embargo, hay una diferencia muy importante en los puestos de mayor responsabilidad.

La creación de programas para fomentar la igualdad salarial entre hombres y mujeres es un paso fundamental para lograr una equidad real. También es necesario desarrollar iniciativas que fomenten el acceso de las mujeres a puestos directivos y promover el empoderamiento femenino para romper con los estereotipos de género. La brecha salarial entre hombres y mujeres no sólo es un problema social, es también un asunto económico urgente que hay que abordar con medidas concretas desde el ámbito público y privado para lograr la igualdad real entre hombres y mujeres en todos los ámbitos.

Estas cifras reflejan la necesidad urgente de tomar medidas para mejorar el nivel de igualdad entre hombres y mujeres en materia salarial. Estas medidas incluyen una mejor regulación legal para proteger a las mujeres contra prácticas discriminatorias en el lugar de trabajo, así como un mayor acceso a oportunidades laborales y formación para las mujeres. Además, se deben promover políticas destinadas a reducir las prácticas discriminatorias, tales como eliminar los techos salariales basados en el género y promover la transparencia en relación con los salarios y los incentivos para establecer un marco más igualitario. Finalmente, se deben emprender esfuerzos para promover una cultura corporativa inclusiva que reconozca los logros y contribuciones de todos los miembros del equipo sin distinciones de género. Solo mediante un compromiso conjunto podremos cerrar definitivamente esta brecha salarial y construir un futuro más equitativo para todos.

Esto demuestra que las oportunidades laborales para las mujeres no son iguales a las que ofrecen a los hombres y, por tanto, están excluidas del mercado laboral. Además, esta desigualdad salarial es una forma sutil de discriminación hacia la mujer.

No debemos olvidar, que, en España, hasta 1972, la mujer tenía que estar tutelada por el hombre y que hasta 1975, fue la primera vez que la mujer podía firmar un contrato.

Hasta el año 1981, era el hombre, el que tenía la custodia de los hijos, en caso de situaciones complejas.

Fue en los gobiernos del presidente, Felipe González, cuando se acometieron las primeras decisiones valientes, pero todavía queda mucho por hacer y es muy urgente.

Es importante destacar que esta situación no sólo afecta a la mujer, sino también al bienestar social general. Por ello, resulta necesario abordar el tema de la brecha salarial entre hombres y mujeres para erradicarla definitivamente.

En definitiva, concienciarse sobre la existencia de esta desigualdad salarial y actuar para erradicarla es un paso necesario para lograr un futuro más equitativo y justo para todos.

Fuente : El Periódico de Aragón.

Las Aguadoras Las Fuentes

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