Todas las personas necesitamos consumir energía para desarrollar nuestras actividades cotidianas. Es más, la garantía de un suministro básico de energía es una de las reivindicaciones que desde CECU/ FACU venimos haciendo para combatir la pobreza energética. Sin embargo, en muchas ocasiones, nuestras casas se vuelven sumideros de energía. Por ello es necesario actuar en materia de eficiencia energética: para garantizar que un hogar consume exclusivamente la energía necesaria.Según los últimos datos, en España los edificios absorben el 29,5% del consumo de energía final y, en la mayoría de los casos, este consumo se podría reducir actuando sobre la eficiencia energética de los edificios. Hasta ahora, la normativa ha ido marcando requisitos de eficiencia para la nueva construcción, pero esta representa una parte ínfima de todo el parque inmobiliario: más de la mitad de los edificios son anteriores a los primeros requisitos legales en materia de eficiencia. Esto se traduce en datos como que el 11,6% de las personas consumidoras en España estén descontentas con la temperatura de sus hogares en invierno y el 15,3% en verano.La rehabilitación energética no solo protege nuestra salud, sino que repercute directamente en nuestra economía porque reduce el gasto mensual en las facturas de suministro y aumenta el valor de la vivienda, es decir, se trata de una inversión que se amortiza o rentabiliza.Por otra parte, pese a que gracias a los Fondos Next Generation existen diferentes subvenciones para realizar obras de rehabilitación, además de importantes deducciones fiscales, estas ayudas continúan siendo desconocidas para el 60,9% de las personas consumidoras, lo que dificulta que se pueda acelerar el ritmo de rehabilitación de edificios de acuerdo con los objetivos y compromisos europeos. El sistema de ayudas, además, sigue siendo complejo y poco accesible, variando mucho de una Comunidad Autónoma a otra.Demandas como parte de la Alianza por la Rehabilitación de Viviendas Sin Dejar A Nadie Atrás:• Que a la hora de reducir la demanda de energía se priorice la eficiencia sobre el ahorro, en especial teniendo en cuenta que elnúmero de hogares que no puede mantener su casa a una temperatura adecuada no ha dejado de crecer en los últimos años.• Que la condición de habitabilidad de viviendas en alquiler incluya criterios de eficiencia energética. Y en este sentido, que no se pueda subir el precio del alquiler tras llevar a cabo trabajos de eficiencia energética para alcanzar un umbral mínimo de eficiencia.• Que las subvenciones para la rehabilitación de viviendas se asignen siguiendo criterios de renta, para garantizar el acceso a las mismas de las personas consumidoras vulnerables.CECU / FACU
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