Las entidades quieren ahorrar… y como siempre, son los consumidores a los que les toca pagar. Desde FACU denunciamos que esta comisión no es procedente. Es algo que considera el propio Banco de España , que hasta hace menos de un año consideraba la retirada de efectivo como una prestación incluida en el servicio de caja, y teniendo en cuenta que el servicio de caja se retribuye a través de la comisión de mantenimiento, el adeudo de cualquier otra comisión debería ser improcedente.

Sin embargo el Banco de España el 28 de septiembre del año pasado cambio a este respecto y establece que, como norma general, los bancos pueden cobrar esta comisión, salvo que se trate de una cuenta de pago básica. Eso sí, dice que las entidades “deben poner a disposición de sus clientes al menos un medio gratuito, accesible y seguro, teniendo en cuenta las circunstancias particulares de cada colectivo”, pero no especifican cuáles son las “condiciones particulares de cada colectivo” lo que queda a la libre interpretación de la entidad y desde aquí denunciamos esta posición. En cambio, una sentencia del Juzgado de Lo Mercantil nº 1 de Vitoria ha considerado nula dicha comisión por abusiva y contraria a derecho. Este tipo de comisiones perjudica principalmente a colectivos vulnerables, como las personas mayores. Muchas de ellas deben enfrentarse a problemas sensoriales, cognitivos y de movilidad, que dificultan o directamente impiden situaciones habituales como extraer dinero de un cajero automático.

FACU denuncia e informa  de una realidad que cree tener la obligación de mostrar.

  • En España hay más de 1.400.000 personas mayores de 65 años que viven en municipios de menos de 5.000 habitantes, en los que confluyen todos los factores de riesgo de la exclusión financiera.
  • El 42% de los ciudadanos que viven en pequeños municipios se ha visto afectado por el cierre de oficinas bancarias. El 20% carece de oficina bancaria. El cierre de oficinas y la eliminación de cajeros obliga a desplazamientos y genera mayores costes a los habitantes de los pequeños municipios.
  • Los mayores usan en mayor proporción el dinero en efectivo y son más reacios al uso de tarjetas.
  • La digitalización de los servicios no resuelve el problema. Un 42,8% de la población de más de 65 años no utiliza la banca online por carecer de competencias digitales.

Desde aquí se solicitan medidas urgentes y rotundas que solventen este gravísimo problema a las correspondientes instituciones.