Beatriz Moreno
Día a día, los estudiantes se enfrentan a algo: los deberes. Los hacen y ya está, ya es algo integrado en sus vidas. No se preguntan el porqué de ellos, y si lo hacen dicen el típico: ¡Uf, qué rollo! ¡¿Por qué?! Pero de lo que no se dan cuenta realmente es de los motivos ocultos y para qué sirven los deberes.
Principalmente, sirven para repasar todo lo visto durante el día y refrescar la memoria durante la tarde y asentar los conocimientos adquiridos. Te ayudan a aplicar la práctica, que es lo que realmente te va a servir y vas a utilizar.
Enlazando con el punto anterior, los deberes te ayudan a identificar las dudas que puedes tener. Por ejemplo, si estás haciendo un ejercicio de Matemáticas y no sabes cómo resolver una operación, significa que esa parte no la has entendido o que tienes problemas con eso y tienes que reforzar esa parte. Además, con la corrección de ejercicios también te das cuenta de con qué cosas tienes que tener más cuidado. Aunque parezca que no, hacer deberes diariamente te ayuda a crear una rutina, lo que es bueno para ti.
Los deberes son un buen método de estudio. Uno de los motivos es que en tu examen tendrás ejercicios muy similares a los que has hecho previamente mediante los deberes. Esto se nota sobre todo con las asignaturas prácticas como Matemáticas o Física y Química. Otro motivo por el que te ayudan a estudiar es que para hacerlos tienes que saber y entender previamente la teoría. De una manera indirecta te hacen estudiarla y comprenderla mediante ejercicios de lectura, de definir, de comparar, de explicar, de aplicar contenidos, etc. Por lo que hacer deberes es un buen método de estudio.
Finalmente, pienso que te hacen desarrollar otros campos. Hay ejercicios en los que tienes que dibujar, otros en los que tienes que usar la creatividad, otros en los que usas la comprensión lectora, en otros la intuición. Las redacciones te ayudan a trabajar la expresión escrita, los esquemas y resúmenes a sacar las ideas principales, etc. Por lo que dentro de cada materia trabajas indirectamente otras capacidades.
Y estos son algunas de las cosas que no nos paramos a pensar cuando escuchamos la palabra deberes. No nos paramos a pensar en los beneficios que tienen. Claro que tienen cosas que no nos gustan, pero nos paramos a pensar más en eso que en su verdadera función.
El Periódico del Estudiante 4 febrero 2025

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