La capital aragonesa opta a 20 millones de financiación europea para rehabilitar la zona
Zaragoza 08 Marzo 2025
El Periódico de Aragón
Hace apenas dos semanas, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, anunció un ambicioso plan para rehabilitar de forma integral el entorno del parque Bruil con una inversión global de 50 millones de euros de los que 20 irían soportados por los fondos europeos Feder, en su rama EDIL (Estrategia de Desarrollo Integrado Local). O, al menos, esa es la intención del consistorio zaragozano, que podría obtener en el plazo de un mes la confirmación oficial desde la Unión Europea. Para optar a ellos, la capital aragonesa cuenta con la determinante ventaja de que no tiene competidores en la comunidad, ya que es necesario tener más de 100.000 habitantes, requisito que solo cumple Zaragoza dentro del territorio aragonés.
Superada esta pata, la segunda condición sine qua non se basa en cumplir con una serie de parámetros referidos a la vulnerabilidad de los habitantes del entorno a rehabilitar. Y, pese a que el plan se expande hacia La Magdalena, su base es el parque Bruil, que concentra dos realidades muy diferenciadas respecto a sus índices de vulnerabilidad social. Así las cosas, entre el andador Alberto Albericio Conchán y el conjunto sindical Aloy Sala se ubican 15 manzanas que, atendiendo al mapa de vulnerabilidad del Ayuntamiento de Zaragoza –indicador enviado a Bruselas, junto al último informe de renta de Ebrópolis–, se dividen entre las que tienen un índice de vulnerabilidad medio y las que, por contra, apenas presentan esos registros.
Este índice social de vulnerabilidad (ISV) se basa en 50 indicadores agrupados en cinco grandes bloques: condiciones demográficas (media de edad, por ejemplo), equipamientos cercanos a los bloques residenciales, estructura del hogar (familias monoparentales, numerosas, etc.), nivel de renta y desempleo y, por último, estado de las viviendas (eficiencia energética, antigüedad…). A través de este mapa, puesto en marcha a principios de año y elaborado con Inteligencia Artificial, el consistorio señala las zonas más vulnerables.
En el caso de las citadas 15 manzanas del parque Bruil, detecta una decena con un nivel medio de vulnerabilidad. Nueve de ellas son las que conforman las viviendas sindicales de Aloy Sala, con un ISV medio de 12,37 puntos, casi el doble que en el conjunto de la capital aragonesa, con un ISV fijado en 6,63 puntos. Estos bloques concentran a 750 habitantes que presentan los mayores déficits en los bloques de renta y desempleo y también en el estado de sus viviendas.
Este último punto ya ha comenzado a subsanarse con la rehabilitación de 56 viviendas, en un proyecto que cuenta con 1,5 millones de financiación europea en su primera fase y que sumará cerca de cuatro millones europeos en su segunda etapa, que alcanzará a otros 144 pisos. Precisamente, estas dos actuaciones están incluidas dentro de los 50 millones del Plan Revive Bruil, junto a otras como la reforma del Albergue. Y es que, a diferencia de otras convocatorias para optar a subvenciones de la UE, en este caso no es obligatorio que las actuaciones comiencen desde el momento en el que se confirmen las ayudas, sino que se pueden incluir intervenciones previas.
La otra cara
En cambio, en el parque Bruil no todos los habitantes están en la misma situación social. En la zona del andador más cercana al río Huerva hay cuatro manzanas que suman más de 1.000 vecinos y que presentan algunos de los niveles de vulnerabilidad más bajos de toda Zaragoza, con un ISV medio de 2,27 puntos, un tercio de la media de la capital aragonesa que, como ya se ha citado, se ubica en los 6,63 puntos.
En estos bloques de vivienda destacan los bajos niveles de desempleo o los altos estándares de calidad de los inmuebles. Con todo, se trata de las cuatro únicas manzanas de todo el entorno en el que se va a intervenir que cuentan con estos parámetros. En cualquier caso, en el Ayuntamiento de Zaragoza están plenamente convencidos de que cumplen con todos los requisitos y con que captarán la subvención europea con el objetivo de completar el global de las actuaciones en el año 2029.
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