
La Asociación Civitas, con 35 años de trayectoria al servicio de Las Fuentes y Montemolín, presenta este programa como una apuesta firme por el asociacionismo vecinal, la participación ciudadana y la revitalización del tejido social en uno de los distritos más vulnerables de la ciudad de Zaragoza.
Nacimos en 1990 como una iniciativa vecinal con vocación de permanencia, escucha activa y respuesta directa a las necesidades del barrio. Desde entonces, hemos acompañado a generaciones, familias, personas mayores, jóvenes, infancia y migrantes, creando comunidad, tejido social y esperanza. Nuestro motor ha sido siempre la solidaridad organizada y la acción social comprometida.
Las Fuentes es un barrio obrero en origen y en esencia. A lo largo de las últimas décadas ha sufrido transformaciones profundas: el envejecimiento de su población, el deterioro del parque de viviendas, el cierre de comercios, el éxodo juvenil y la llegada de familias con nuevas realidades culturales y sociales. Frente a todo ello, la ciudadanía se ha organizado y ha resistido desde la colaboración, la empatía y la dignidad.
Civitas ha liderado numerosas iniciativas de apoyo a personas en situación de vulnerabilidad. Ha sido reconocida con el Sello de Responsabilidad Social de Aragón de forma continuada desde 2020 y ha obtenido la mención RS PLUS en 2025. Fue galardonada en 2021 como Aragoneses del Año en Derechos Humanos y reconocida internacionalmente por universidades y entidades sociales. Todo esto no nos detiene, sino que nos compromete aún más.
Este programa tiene como finalidad fortalecer la participación ciudadana estructurada, horizontal y transformadora, consolidando espacios de diálogo, formación, convivencia y acción colectiva en el Distrito 6. Trabajamos con una red amplia de colaboraciones: centros educativos, parroquias, asociaciones deportivas y culturales, entidades sociales, servicios municipales y la propia Junta de Distrito de Las Fuentes, donde participamos activamente.
Creemos que organizarse es resistir y que participar es el primer paso hacia la justicia social. Por eso este programa no es solo una solicitud: es la continuación de una forma de vivir y de entender el compromiso vecinal. Un compromiso con rostro, con historia, con nombre y con propósito.
Porque cuando los barrios se organizan, las ciudades respiran.
Y cuando el pueblo se escucha, avanza.
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