1. Introducción

El Reglamento de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Zaragoza, aprobado en 2005 y modificado por última vez en 2011, fue pionero en su momento. Sin embargo, tras más de una década, resulta evidente que necesita una revisión profunda para adaptarse a los cambios sociales, tecnológicos y democráticos del siglo XXI. La participación ciudadana debe ser entendida como un derecho vivo, que evoluciona con las personas y los territorios. Si no se adapta, se convierte en un marco formal sin impacto real.

2. Fortalezas del reglamento actual

Reconoce formalmente el derecho a participar en los asuntos públicos, abriendo puertas a la colaboración ciudadana.

Institucionaliza mecanismos de representación descentralizada, como las Juntas de Distrito y las vocalías de asociaciones.

Incorpora consultas populares como vía de expresión directa de la ciudadanía.

Regula procesos participativos vinculados a normativas y planes estratégicos, permitiendo intervenir en la definición de políticas.

Establece un Registro Municipal de Entidades Ciudadanas, que ordena y reconoce el tejido asociativo.

Estas fortalezas muestran que el Reglamento fue concebido con voluntad democrática. Pero el mundo ha cambiado.

3. Debilidades y limitaciones detectadas

Desactualización tecnológica: el reglamento no contempla la participación digital ni el papel de las redes como espacio de interlocución pública.

Burocratización excesiva: los procesos participativos son tan complejos que desincentivan la participación espontánea.

Falta de mecanismos para recoger la voz de colectivos informales, como plataformas ciudadanas, jóvenes sin entidad, movimientos espontáneos o iniciativas culturales.

Escasa promoción institucional: muchas personas no saben que el reglamento existe ni cómo utilizarlo.

Desigualdad territorial: no todas las Juntas de Distrito funcionan con el mismo dinamismo ni transparencia.

Ausencia de evaluación continua: no se han hecho balances públicos ni revisiones periódicas que permitan aprender de la experiencia acumulada.

4. Contexto actual: razones para una actualización urgente

Transformación social y digital: nuevos formatos de organización, comunicación y reivindicación ciudadana (TikTok, Change.org, plataformas de firma digital, etc.).

Emergencia climática, vivienda, salud mental y cuidados como nuevos ejes del activismo social.

Desafección política: muchas personas han dejado de confiar en los cauces oficiales de participación.

Nuevas legislaciones: tanto a nivel nacional como europeo, se refuerzan los principios de democracia participativa, transparencia y gobernanza abierta.

Agenda Urbana 2030 y Objetivos de Desarrollo Sostenible, que exigen nuevas formas de participación ciudadana integradora.

5. Propuestas de mejora concreta

Redactar un nuevo Reglamento de Participación Ciudadana, partiendo de la experiencia del actual, pero con una visión de futuro.

Crear una comisión ciudadana mixta con entidades vecinales, asociaciones sectoriales, técnicos municipales y representantes de colectivos diversos (jóvenes, mujeres, migrantes, personas mayores).

Incorporar la participación digital: desde presupuestos participativos online hasta apps de consulta ciudadana y sistemas ágiles de votación o propuesta.

Flexibilizar los cauces para reconocer a plataformas y grupos informales con capacidad de incidencia, sin necesidad de inscripción administrativa.

Establecer procesos de rendición de cuentas y seguimiento de los compromisos adquiridos en procesos participativos.

Desarrollar un sistema de evaluación participativa del propio reglamento, cada 3 años, con conclusiones públicas.

Apostar por la formación cívica y la alfabetización democrática, especialmente entre jóvenes, a través de centros cívicos, institutos y universidades.

Reforzar la comunicación institucional, acercando el reglamento a la ciudadanía con lenguaje claro, vídeos, campañas y recursos educativos.

6. Conclusión: hacia una democracia participativa renovada

El reglamento vigente fue valioso en su momento, pero el tiempo y la realidad lo han superado. Hoy necesitamos una normativa viva, dinámica, valiente y adaptada al presente. Que reconozca las nuevas formas de organización ciudadana, que promueva la acción colectiva con sentido, que conecte con la juventud, con los barrios, con los invisibilizados.

Desde la Asociación CIVITAS Vecinos barrio Las Fuentes proponemosiniciar ya un proceso abierto, colaborativo y transparente para renovar este reglamento. Una democracia de verdad no solo escucha: también aprende, cambia y construye con su gente.

Sabemos que se han reunido los grupos políticos de Ayuntamiento de Zaragoza pero usted Sr. Serrano aparentemente no se ha enterado y le recomiendo lea los artículos diarios que ya han comenzado a publicarse en esta red social. Sea participativo socialmente.

TOME NOTA DEL REGLAMENTO QUE ESTÁ VIGENTE Y APLÍQUELO EN SUS FUNCIONES PÚBLICAS.

Puede ser una imagen de texto que dice "REVISAR EL REGLAMENTO EXISTENTE SOBRE PARTICIPACIÓN CIUDADANA ="